Hoy me he levantado y he pensado en el gran privilegio de estar vivo: respirar, contar con una familia, sentir la silenciosa presencia de mis libros favoritos, tener cincuenta euros en el bolsillo para colmar el noventa por cien de mis caprichos, contar con mi madriguera doméstica, un hermano cercano, una pareja cariñosa para susurrarme que no estoy solo… y como no, disfrutar de un puñado de enormes amigos junto a una legión de desconocidos que, en un momento difícil para mí, han sabido transmitirme palabras de aliento, deliciosamente reconfortantes.
Es hermoso saber que importas a los demás. Y más aún que están ahí quienes dedican su tiempo y palabras para ayudarte. A veces cara a cara, otras con correos electrónicos y otras con comentarios en blogs o redes sociales. Apoyos que no eran obligados y que son tremendamente generosos y energéticos.
Aprendes así a reconocer la valía de las personas, porque tan importante es conocer al que te apoya como al que te falla. Comprobar si las personas que te rodean están a las duras y a las maduras es el mejor test de lealtad. Ahí queda en triste evidencia el lobo sin la piel de cordero y el feliz descubrimiento de otros corderos que aparecen bajo la piel del lobo.
Por eso, cuando sufrimos tropezones contra el infortunio o golpes de injusticia (que antes o después se nos atraviesan a todos) es importante tener en cuenta: primero, que mejor es sufrir una injusticia que perpetrarla; segundo, que solo debemos lamentarnos por perder lo que tenemos, no por no conseguir lo que no tenemos.
Bellamente lo expresaba Epicuro:
No eches a perder lo que tienes deseando lo que no tienes; recuerda que lo que ahora tienes estuvo una vez entre las cosas que solo esperabas.
Y si tenemos amigos en sentido amplio (el «Kenzoku japonés que abarca personas con afinidad de valores o intereses), que nos apoyan cuando lo necesitamos, debemos sentirnos inmensamente felices, porque eso es un tesoro.
Gracias a todos los que sabéis por qué os las doy. Por estar ahí.
Es un privilegio haber coincidido contigo en tiempo y lugar de entre todas las opciones que brinda nuestro vasto Universo en expansión.
Me gustaMe gusta
Gracias siempre a ti por ser tan maravillosamente como eres y no se te ocurra cambiar ni una pizca digan lo que digan todos los tribunales del mundo
Me gustaMe gusta
GENTE NECESARIA
Hay gente que con solo decir una palabra
enciende la ilusión y los rosales,
que con sólo sonreír entre los ojos
nos invita a viajar por otras zonas,
nos hace recorrer toda la magia.
Hay gente que con solo dar la mano
Rompe la soledad, pone la mesa,
Sirve el puchero, coloca las guirnaldas,
Que con solo empuñar una guitarra
Hace una sinfonía de entrecasa.
Hay gente, que con solo dar la mano
rompe la soledad, pone la mesa,
sirve el puchero, coloca las guirnaldas.
Que con solo empuñar una guitarra
hace una sinfonía de entrecasa.
Hay gente que con solo abrir la boca
llega hasta todos los límites del alma,
alimenta una flor, inventa sueños,
hace cantar el vino en las tinajas
y se queda después, como si nada.
Y uno se va de novio con la vida
desterrando una muerte solitaria,
pues sabe, que a la vuelta de la esquina,
hay gente que es así, tan necesaria.
Hamlet Lima Quintana
P.D. No, queridísimo José Ramón, las gracias son siempre para usted:
en primer lugar, por ser gente tan necesaria y ya imprescindible para nuestras vidas; en segundo término, por permitirnos el privilegio de poder acompañarle y apoyarle (en momentos en que la realidad se trasforma en niebla) y ser testigos directos de que, aún en las situaciones más lamentables, desgraciadas e injustas, su humanidad (escribir un artículo de urgencia para homenajear a Don Segundo Menéndez Pérez por su jubilación como magistrado de la Sala 3ª del TS), su elegancia (vaya extremo respeto, exquisito cuidado de formas y absoluta capacidad de contención al analizar -discrepar y contestar- con todo rigor jurídico a lo sucedido) y su fino talento (apreciar lo que se tiene, que en su caso es mucho, es lo realmente importante y no tiene precio) sigue creciendo y creciendo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias a ti José Ramón!
Enviado desde mi Galaxy
Me gustaMe gusta
Gracias José Ramon por la amistad que nos une y su reconocimiento, si no por tantas y tantos temas que con frecuencia nos ilustras y despiertas en nuestras mentes ya en periodo decadente al menos la mía, tan buenos e inquietantes recuerdos. No solo Vivo y Coleando, sino con tu vida ejemplar, tanto laboral como familiar y como no; tu predisposición siempre que es necesario estas ahí. GRACIAS «AMIGO» ________________________________
Me gustaMe gusta
Gracias a usted (ti) por su (tu) generosidad inmensa ilustrándonos altruistamente con un repertorio de conocimientos y sabiduría que no tienen precio.
Usted (tú) mejor que nadie sabe(s) del significado real de la Justicia y en ésta o en cualquier otra vida podrá(s) alardear de haber sido justo y muy buena persona.
Un abrazo!
Fermín López
Me gustaMe gusta
José Ramón! Un saludo cariñoso desde Leon, por todo lo compartido y ojalá nos volvamos a ver
Me gustaMe gusta