La música inspira, la danza anima y el cine entretiene. Esos tres factores unidos pueden ofrecerse en una escena de cine que consigue conectar con nuestro estado mental y nos deja huella hasta el punto de que volver a escucharla y visionarla nos transporta a mundos de sensaciones increíbles.
Veamos las escenas musicales de mi generación (la llamada a vivir en plenitud tanto el último tercio del siglo XX como el primero del siglo XXI), o al menos, las que a mí me han impactado. Quizás ni están todas las que son, ni son todas las que están, pero creo que asomarse a ellas despertará algo en nuestro interior. Están en orden cronológico y hay que dejar la memoria suelta para que vague libremente mientras nos asomamos a ellas.
1. «More Than a Woman» de «Saturday Night Fever» (1977) . Suavidad y elegancia.
2. «Acuarius» en Hair (1979). Un toque de revolución y cultura hippie.
3. «Remember my name» Fame (1980). Es posible ser joven, soñador, danzarín o músico, y feliz.
4. «Everybody needs somebody», en The Blue Brothers (1980) Trepidación y aturdimiento: frenesí
5. «She’s a Maniac» de Flashdance» (1983). Baile a cien revoluciones y endorfinas alteradas.
6. Time of my live, en Dirty Dancing (1987). Ensoñación y un exceso de glucosa.
7. «You’re the One That I Want» de «Grease» (1978). Ritmo, alegría y final feliz. ¿Qué más se puede pedir?
8. «You Never Can Tell» de «Pulp Fiction» (1994) . Increíble baile de sus majestades.
9. Boogie nigths (1997). Música coral y disco.Sunny
10. «Gutterballs Scene», The Big Lebowsky (1998). Todo un delirio musical: fetichismo y desparrame
11. «Hot honey rag» en «Chicago» (2002). Elegancia y gran espectáculo.
12. Escena final, Slumdog Millionaire (2008). Todos bailamos, todos nos sincronizamos.
13. Escena de danza, The Artist (2011) .Los bailes clásicos nunca mueren, ni en blanco y negro.
14. Danza en la playa, de «Moonrise Kingdown»(2012). Delicadeza infantil y naturaleza
15 «It’s Raining Men» de «Magic Mike» (2012). Picardía y viveza.
Y como escena mas emblemática de una época juvenil de los que ahora no somos tan juveniles, y provocar recuerdos de un pasado que no fue mejor pero sí deliciosamente experimental y seductor, aquí está «Saturday Night Fever (1977), evocadora de unos tiempos de la música disco en que no había pastilleo y aturdimiento pero sí baile, copas y ligoteo.
Y por supuesto, esa inocente recreación de los videos musicales que generan endorfinas de manera natural o sea, euforia y placer.