Se celebró la decimoquinta edición del Mercado tradicional en Cenera (20 y 21 de Septiembre de 2014), un pueblo de cuento de hadas ( o Xanas) en Mieres. Y desde luego que merece la pena acudir tanto a este evento en cada edición como visitar el pueblo el resto del año por poderosas razones que intentaré exponer.
1. En este pueblo acicalado para la ocasión, con callejuelas flanqueadas por hórreos y construcciones tradicionales, junto a un serperteante río, se ofrecía a los numerosos visitantes casi un centenar de expositores artesanales: artesanía variada (madera, cuero, cristal, carbón, azabache, plantas,etc), abalorios (joyería, juguetes,etc) alimentación (papas canarias, tortos con picadillo, sidra a tutiplén, delicias de Santoña, pastelería casera, empanadas, etc), antigüedades ( herraduras, sifones, etc), cultura ( libros sobre Asturias y los asturianos,etc).
No podían faltar los gaiteros ni las danzarinas: auténtico y delicioso folklore.
Tampoco los actores para sorpresa de pequeñuelos y regocijo de mayores.
Ni estridencias, ni suciedad, ni congestión, ni fraudes. Sencillez, limpieza, orden y alegría. Así lo refleja la breve crónica del evento del Diario La Nueva España.
El mercado tradicional de Cenera es a la Feria de Muestras de Gijón lo que una fabada asturiana en Casa Viri de Candamo a una hamburguesa del MacDonalds.
Una cita obligada cada año. Además el Ayuntamiento organiza un servicio de autobuses desde el centro de la villa de Mieres hasta Cenera ( a poco más de cinco kilómetros, en pleno Valle del Cuna).
2. Pero indiquemos las razones para visitar o «peregrinar» a Cenera en otros días del año.
Como asturiano me alegra que los visitantes desde la meseta leonesa puedan encontrar a tan solo quince minutos antes de llegar a nuestra capital este pequeño pueblo de Cenera, “limpio, fijo y con esplendor” que está situado en el hermoso valle del Cuna y alfombrado de verdes prados ( cantados en “ La Romería” de nuestro Víctor Manuel). Se alza como humilde embajada de Asturias con un muestrario de perlas: un río serpenteante y rumoroso, molinos hidráulicos, casitas de piedra y con corredores de castaño junto a hórreos con ecos de un pasado próspero, casas solariegas y Palacios, y como no, unos restaurantes donde la buena comida casera y la hospitalidad no pasan de moda y unos vecinos de mano tendida y sonrisa fácil; además cuenta con un petroglifo de hace casi dos mil años a.C. , así como un coqueto museo etnográfico, lo que demuestra que arte y humanidad se dan la mano.
Ello sin olvidar, ahora que está de moda la película “ Ocho Apellidos Vascos”(2014), que la película “ Carne de Gallina”(2002), también protagonizada por Karra Elejalde, esta rodada parcialmente en el entorno de Cenera, y ofrece una visión fresca y divertida del asturiano en el pequeño ecosistema del Valle del Cuna.
Además del citado Mercado asturiano de Cenera, en sus proximidades se celebra la inolvidable Romería de los Santos Mártires de Valdecuna.
3. Y ya puestos a completar el fin de semana, Oviedo está a veinte minutos por autovía desde Cenera, donde se pueden completar las jornadas gastronómicas en alguno de los diez restaurantes mas recomendables de Oviedo y aledaños.
¡ Ah ! el propio Víctor Manuel, cantante asturiano y hombre de bien, declaró en una visita reciente que » Cenera, era su valle».