Curiosidades y maravillas de la Plaza Mayor de Salamanca

La Plaza Mayor de Salamanca esconde secretos y explicaciones asombrosas que no debería ignorar nadie que se precie de turista, curioso u hombre de mundo.

Y es que si los musulmanes tienen que peregrinar a la Meca al menos una vez en la vida, los occidentales deberían acudir a visitar la Plaza Mayor de Salamanca, prodigio arquitectónico situado en la cautivadora ciudad de Salamanca, ubicada a su vez a orillas del Tormes y cerca de la frontera de Portugal.

Con razón Cervantes aludía a la ciudad en su novela ejemplar, El licenciado vidriera, declarando que

Salamanca, que enhechiza la voluntad de volver a ella a todos los que de la apacibilidad de su vivienda han gozado.

No en vano la ciudad de Salamanca es Patrimonio de la Humanidad (1988) y la UNESCO se apoyó como criterio decisivo en la Plaza Mayor como ejemplo representativo y valioso del XVIII europeo.

Por eso creo será útil para el visitante con prisas, o  para las mentes ávidas de captar lo que esconden las joyas arquitectónicas mas allá de lo que los ojos muestran.

Veamos pues los gozos y los asombros que ofrece la Plaza Mayor de Salamanca, ayudados de unas hermosas fotografías de un gran fotógrafo salmantino, además de mi tío y padrino (Ramón Hernández Sánchez, 1934).

Aquí tenéis 38 curiosidades y un rápido viaje al arte, la historia y la cultura mirando la Plaza Mayor de Salamanca. 

I) Génesis

1. Comenzó siendo un terreno baldío que rodeaba la románica Iglesia de San Martín, luego sería Plaza del Mercado y luego Plaza Mayor de trazado barroco.

La vieja Plaza de San Martín cubría una gran superficie dentro de la cual se construyó la que hoy sería Plaza Mayor. O sea la estatua actual se alzó sobre un amplio pedestal.

2. Su construcción llevó casi 30 años. Entre 1729 y 1755. Son tiempos en que los vientos franceses de la ilustración y la racionalidad traen planteamientos nuevos, y en que los vientos de la revolución industrial inglesa siembran el desarrollo en España, unido al crecimiento agrario y una burguesía que disputa a la nobleza su papel.

En ese contexto de arranque del período de los Austrias, tras el allanado de la zona, la construcción de la Plaza mayor se inicia efectivamente en 1730, año del terrible terremoto de Valparaíso (Chile) y curiosamente termina en 1755, el mismo año del terremoto de Lisboa, cuyos temblores sacudieron seis minutos Salamanca y dejaron su huella en la inclinación de la Torre de las Campanas de la Catedral y grietas en los edificios, pero la Plaza Mayor finalizada seis meses antes aguantó imperturbable.

3. Su impulsor fue el corregidor Rodrigo Caballero y Llanes (una especie de “gobernador civil” de la época), quien convenció al concejo (ayuntamiento de entonces) y quien suscribió una célebre Carta del señor intendente para la ciudad en orden a hacer la Plaza remitida a Felipe V en 1728, que conseguiría el beneplácito del rey Felipe V en su visita el año siguiente a la ciudad.

4. Felipe V (llamado “el animoso” por sus cambios de humor) autorizó su construcción como agradecimiento a Salamanca por su apoyo en la guerra de Sucesión (1701-1713), contienda que tuvo lugar tras la muerte sin descendencia de Carlos II, (llamado “el hechizado” por sus problemas mentales y aspecto débil) y en que se enfrentaron Felipe V de Borbón, nieto de Luis XIV (“El Rey Sol”), y el archiduque Carlos de Austria.

5. Se comenzó la construcción de la Plaza Mayor con gran protagonismo del Concejo (ayuntamiento) y de la Universidad de Salamanca, ya que el monarca no comprometió financiación sino bendiciones. Además se contó con la financiación de los propietarios de los inmuebles afectados, a cambio de reservarse el derecho de retorno o el derecho de uso de balcón o una buena bolsa de maravedís.

Frente al Pabellón Real (Este) está la que fuere vieja Casa de la Universidad, conservándose su escudo. La Universidad de Salamanca fundada en 1218 y con gran patrimonio contribuyó a financiar parte de las obras de construcción de la Plaza Mayor, eso sí, a cambio de su derecho de propiedad o arrendamiento de los balcones nuevos, para utilizarlos por los universitarios y asistir a los festejos o cobrar por su arrendamiento.

6. Su construcción se paralizó durante quince años por litigios para expropiar y adquirir las posadas y viviendas afectadas por la construcción, pero especialmente por la obstinación del Conde de Grajal (quien hizo uso de sus influencias y litigó para salvar la alineación de la fachada de su palacio). Se ve que en el siglo XVIII el tráfico de influencias y la propiedad privada poseía mucha fuerza.

II. Arquitectura

7. Es uno de los mejores ejemplos del barroco arquitectónico del siglo XVIII. Su estilo es barroco, de influencia italiana y singularmente de estilo churrigueresco, guardando parentesco su planta y alzado con la Plaza Mayor de Madrid, en la que parece inspirarse (Unamuno consideraba a la Plaza de Salamanca, la hermana mayor de la de Madrid).

8. La inicio el arquitecto madrileño Alberto de Churriguera y la terminó el gallego Andrés García de Quiñones (a este le tocó concluir el lado norte, actuales dependencias municipales).

9. No es cuadrada puesto que hay diferencias entre sus lados (que no exceden los ochenta metros) de hasta siete metros (la más amplia del Ayuntamiento, con 82,80 metros, y la mas corta, de San Martín, con 75,60 metros), debidas parece ser a dificultades para expropiar los edificios conforme avanzaba su construcción.

10. Cada lado o fachada de la Plaza se denomina “Pabellón”: Real (Este) San Martín (Sur), Consistorial (Norte, donde el reloj) y Petrineros (Oeste). El lado que preside, el Norte, fue reconstruido y adaptado al Ayuntamiento a mediados del siglo XIX con formas barrocas.

11. Cada fachada tiene tres plantas de balcones y su coronación está rematada por una cornisa donde se apoya una balaustrada con pináculos. Está compuesta de 88 arcos de medio punto; 11 entradas (9 puertas y dos pasajes) y 247 balcones. Totaliza 4.408,25 metros cuadrados (o sea, 1000 metros cuadrados menos que la mansión de Bill Gates en Washington).

12. Sus muros son de la famosa piedra franca de Villamayor, piedra arenisca silícea de ocre amarillento que explica que pueda calificarse como “la plaza dorada”, tanto bajo la iluminación nocturna como bajo el luminoso día que la realza. No en vano, la ciudad de Salamanca, se conoce como la “ciudad dorada”.

III. Ornamentación

13. La espadaña del Ayuntamiento (1852) cuenta con cuatro símbolos de la virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza. A ambos lados de la espadaña se colocaron otras cuatro figuras que simbolizan la agricultura, el comercio, la industria y la astronomía. De este modo, en lo mas alto se sitúan las virtudes ideales del espíritu y un peldaño debajo pero siendo también elevadas, las virtudes del cuerpo, mas terrenales.

14. Las campanas de la espadaña son cuatro, y como a los huracanes, se les bautiza con nombre de mujer: Romana, Satinay, Bentula y Esquilonada.

15.Bajo el arco principal del Pabellón Este (hacia el Mercado) una misteriosa inscripción afirma: “Aquí se mató una mujer, rueguen a Dios por ella. Año de 1838”. Se dice que tal inscripción pretendía salvar el alma de la mujer que falleció sin confesión. El reflejo actual de esa costumbre son esos ramos y pilares en los lugares de fallecimiento por accidente de tráfico.

16.Al lado derecho de la fachada del Ayuntamiento hay algunas ventanas que siempre están cerradas ya que se instalaron para salvar la armonía de la fachada pues detrás no hay habitación alguna. Y es que hasta la mas bella mujer maquilla una arruga y busca la simetría.

IV. Los medallones esculpidos

17. Hay medallones con efigies de reyes y personalidades ilustres entre las enjutas de los arcos. Cada lado, denominado Pabellón, se destinaba originalmente a un tipo de personajes. Existen 57 labrados y 32 sin labrar.

Así el Pabellón Real se destinaba a los monarcas españoles (Reyes católicos, Austrias y borbones, etc), el de San Martín para militares y conquistadores (Cid Campeador, Hernán Cortés, etc); el de Petrineros para personajes de ciencias y letras (Tomás Bretón, Cervantes, Unamuno, Nebrija), y el consistorial para religión (Santa Teresa, etc).

18. Las fuerzas de Napoleón mutilaron narices de muchas efigies durante la guerra de la independencia. Junto al arco de la Plaza del Corrillo está un “medallón” destrozado que representaba a Godoy, caído en desgracia por afrancesado tras el levantamiento contra los franceses. Le seguirían en este camino los bustos de quien fuese su amante, María Luisa de Saboya y su esposo, Carlos IV, también retirados y sustituidos por los de Alfonso XII y su madre Isabel II, que también desaparecieron en la II República.

19. En los años 90 se limpiaron los medallones mediante chorros de arena a presión que los limaron. También se intentaron retocar. Algo así como intentar ponerle brazos a la venus de Milo.

20. El primer medallón del Pabellón Real tiene la efigie de Francisco Franco. Cosas de la época, aunque la arrogancia ha sufrido la penitencia de periódicos destrozos. El pasado mes de diciembre de 2016 el Ayuntamiento aprobó en pleno su retirada.

V. Usos y abusos

21. La finalidad de construir los portales o pórticos cubiertos era facilitar los puestos de venta de pan, pescado y otros géneros, además de facilitar a los artesanos locales al cobijo del mal tiempo, y evitando los problemas anteriores del tránsito indiscriminado de caballerías, carros y colocación de puestos en la explanada original. En la década de los noventa del siglo pasado se puso fin a la figura que se situaba en las entradas de la plaza de los limpiabotas, propia de la época.

22. En el siglo XVIII eran habituales las celebraciones y actos oficiales: natalicios y bodas de la Casa Real; visitas reales; fiestas locales y religiosas; graduaciones de doctores de la Universidad; conmemoraciones de patronos de Cofradías locales,etc etc.

23. El destino mas celebrado de la Plaza Mayor hasta mediados del siglo XIX fue para plaza de toros; de hecho, el arco que da a la Plaza del Mercado exhibe hoy día una cabeza de toro en la parte superior. También era lugar de festejo o pronunciamiento político. Y como no, en una ciudad universitaria, los estudiantes pudientes celebraban su doctorado con corridas. Claro que también era lugar de ejecuciones ejemplares por ahorcamiento o garrote vil a comienzos del siglo XIX.

24. Y ya hasta mediados del siglo XX la plaza mayor asistía al curioso ritual de que los hombres y las mujeres paseaban separados bajo sus soportales, en dos filas con dirección opuesta, para poder cruzarse y saludarse.

25. Hoy día el uso mas generalizado es el paseo ritual para los nativos y el paseo asombrado de los visitantes, sin olvidar el trasiego de estudiantes de día y de noche, con o sin tunos, que dan vida a la plaza. Y como no, el lugar apetecido para citarse, bajo el reloj de la Plaza Mayor, donde siempre hay alguien que espera, o que se desespera.

26. Hoy día el aspecto limpio, uniforme y armonioso de las fachadas se debe a las rigurosas ordenanzas municipales que prohiben, entre otras cosas, tender ropas y elementos domésticos en balcones y ventanas, colocar macetas o hacer publicidad, lo que asegura la visión clara y homogénea de la plaza, sin distracciones de su belleza.

 

VI. Mutaciones

27. Los farolillos de gas en los soportales se colocaron en 1884, que fueron seguidas de farolas, e instalaciones de mobiliario urbano. La iluminación eléctrica a finales del siglo XIX.

28. La Plaza Mayor fue objeto de experimentos de mobiliario urbano y juguete de política municipal: ajardinamiento, colocación de un templete de hierro seguido de uno de madera, una fuente, etc.

29. Hasta los años setenta había tráfico de vehículos pero hoy está totalmente peatonalizada.

30. En 1968 se organizó en la Plaza Mayor un ajedrez viviente con piezas de tamaño natural encarnadas por personas, con asistencia multitudinaria.

31. Hoy está cuajada de terrazas veraniegas y cómo no, el escondido Mesón Cervantes, en la fachada este, subiendo por una escalinata a una primera planta en un viaje a la Edad Media por su decoración, comidas y ambiente.

32. Aprovechando la temperatura veraniega ha sido marco incomparable de conciertos: Miguel Ríos, Hombres G, Carlos Jean, La Unión, Alaska, M-Clan… Incluso a mediados de la década de los noventa abrió Joaquín Sabina su concierto en la Plaza Mayor diciendo algo así como “Os juro por mis hijas que esta es la plaza mas bella que me escucha cantar” (fui testigo directo).

33. Y a mediados de Diciembre tiene lugar en la Plaza Mayor la célebre Nochevieja universitaria, en que los jóvenes (este año mas de 40.000 pues se incorporan desde fuera de Salmanca) celebrando una famosa y consolidada fiesta, centrada en que a medianoche escuchan las campanadas con la ingesta de gominolas en vez de uvas.

 

VII. Referencias

34. Se dice que Hernán Cortés se graduó como bachiller en la Universidad de Salamanca, siendo curioso que en sus Cartas de Relación dirigidas a Carlos V en 1520 comparaba la Plaza Mayor de Salamanca -antigua Plaza de San Martín- con el mercado de Tlatelolco, la que sería hoy Plaza de las Tres Culturas de México D.F.

35. Donde se alza el Ayuntamiento estaba el mesón de la Solana, lugar citado en el Lazarillo de Tormes donde fue su madre a trabajar y de dudosa fama.

36. Se utilizó una réplica de la plaza mayor en México para el rodaje de la película “En el punto de mira” (Pete Travis, 2008), debido a que suponía riesgos el rodaje en la plaza con tiroteos y persecuciones.

37. Incluso el bar de copas Cvm Laude, en la C/Prior, en uno de los pasajes saliendo de la Plaza, está decorado inspirado en la misma, con arcos y soportales e incluso medallones tallados que representan artistas (Elton John, Mecano, Mercury, Elvis…)

38. Recomendable y pintoresco degustar un café en el Novelty (fundado en 1905), lugar frecuentado por personajes célebres (Carmen Martín Gaite o Miguel de Unamuno) donde está la escultura de Gonzalo Torrente Ballester, asiduo del local. En dicho local se inició Radio Nacional de España en 1937 como vehículo de propaganda del franquismo.

En fin, que esa bellísima Plaza Mayor merece una visita más que una mediocre explicación, y de paso visitar la ciudad, de donde procede mi familia, donde tuve el honor de trabajar para la Universidad de Salamanca con gente y entorno maravillosos, donde hoy se respira la vitalidad juvenil y rezuma historia y cultura, y donde tiene la sede, por cierto, la prestigiosa Editorial Amarante, que acogió mi obra, y que se alza en embajadora cultural de la ciudad y plataforma de publicaciones de nuevos talentos, que de existir hace siglos, si se me permite la ensoñación, “La Celestina” no se hubiera quedado sin autor conocido e incluso me temo que Fray Luis de León hubiera evitado la prisión si les encomendase la publicación de su obra.

Y cómo no, para los que han llegado hasta aquí, solo les queda visitar el la cafetería y mesón Las Caballerizas (programa dedicado de “Bares qué Lugares”), en los aledaños de la Facultad de Filología, la Hospedería o Colegio San Bartolomé, junto a la Catedral, debido precisamente a José de Churriguera, hermano de Alberto, que pocos conocen pero que muchos disfrutan, y que debe su nombre a su destino original para las caballería, utilizado como escondite en la guerra civil y refugio de profesores y estudiantes del tumulto turístico, en atmósfera de cordialidad, buen vino y anfitriones espléndidos, pero no se lo digan a nadie. Es un secreto. Uno mas en los aledaños de la Plaza Mayor.