Cosas que no vemos en el dinero que tanto amamos

Queremos dinero y a su vez el dinero nos quiere, pues como los parásitos nos necesita para estar vivo, para gastarlo e invertirlo. Tocamos los billetes, los doblamos, los arrugamos y nos alegramos cuando los necesitamos.  Miramos los billetes pero no los vemos, los tocamos y no percibimos su realidad.

Así que, al hilo de examinar un billete de 10 euros para explicarles a mis hijos lo del papel moneda, comprobé que había muchas cosas curiosas que no sabía y que bien está conocer y que comparto esperando que les sorprendan tanto como a mí.

 

Al menos siempre está bien saber más del mejor amigo del hombre que, por lo visto, no es el perro… Ahí van cinco curiosidades

PRIMERA CURIOSIDAD.- Seguro que sabe que tipos de billetes hay según la cifra de su valor, pero… ¿Se apostaría algo valioso por ser capaz de acertar el color de cada billete?. Y mas difícil todavía … ¿ sabría lo que está representado en la cara y el dorso?.

Si ha acertado las tres respuestas sin error está usted entre el selecto grupo de uno de cada 12000 españoles mayores de edad, que lo saben.

Así pues, cada billete es de un color, y representa un estilo arquitectónico. Lo curioso es que la cara muestra una fachada y el dorso un tipo de puente.

Fíjese:

5 €… Gris con tendencia azulada. Clásico

10 € Rojo. Románico

20 € Azul. Gótico

50 € Naranja. Renacentista

100 € Verde. Barroco y rococó

200 € Amarillo. Arquitectura de hierro y cristal.

500 € Morado. Arquitectura moderna del siglo XX.

 

 

 

 

 

 

SEGUNDA CURIOSIDAD.- En el dorso de cada billete de euros figura una columna de tres palabras seguidas EURO, EYPΩ, y EBPO. Lo de “euro” está claro, pero…¿ las otras dos palabras?

Pues bien, es hora de aprender alfabeto cirílico (del siglo X) pues el nombre de la moneda, «euro», figura en latino (EURO), griego (EYPΩ) y cirílico (EBPO)… este último se incorporó tras la adhesión de Bulgaria a la Unión Europea en 2007 (un alfabeto que parte del griego y se creó para traducir la Biblia a las lenguas eslavas).

 

 

TERCERA CURIOSIDAD.- Siempre me he preguntado con los avances de tecnología de fotocopiar como nunca se consigue la textura del original. Pues bien, resulta que el papel no es tanto papel, pues está hecho de ¡fibras de algodón!.

CUARTA CURIOSIDAD.- Cualquier billete al trasluz muestra una figura que recuerda las caras de Bélmez, pero en realidad es una figura mitológica griega, Europa, que  fue seducida por el dios Zeus, transformado en toro, quien la llevó a Creta.(es una imagen de un jarrón italiano conservado en el Museo del Louvre, de más de 200 años de antigüedad).

QUINTA CURIOSIDAD.- Los billetes están muy maquillados con lentejuelas de garantías que no siempre nos percatamos. La regla para detectar falsificaciones es: «toca, mira y gira».

•  Una banda holográfica en un lateral, si se inclina el billete se ve la cifra de valor.
• Una marca al agua. La imagen de Europa con la cifra de valor.
• Una banda central iridiscente.
• Y si aplica luz ultravioleta, como en los detectores de billetes falsos, se ven pequeñas fibras repartidas.
• El número de serie es el número de 11 dígitos que se muestra por la cara posterior del billete y  que comienza siempre por una letra. La letra de dicho número de serie corresponde con el país de impresión de dicho billete, según la ordenación alfabética de los países de la zona euro. Así por ejemplo, la V es de “España”, la U de “Francia”, o la X de Alemania. Los 11 dígitos que sumen tiene que sumar para cada país una cifra.

Con esto podemos dar por agotada nuestra curiosidad. Al menos no nos sacarán los colores con lo que sabemos de los billetes.

FINAL.- Pero ya que estamos en fin de semana, le plantearé un acertijo clásico, pero no le diré la respuesta:

Tres amigos toman tres menús en un bar. El camarero les dice que la cuenta total con el café, por ser clientes, son 25 euros. Cada amigo deja para pagar un billete de 10 euros. El camarero deja en el platillo cinco euros de vuelta. Cada cliente toma un euro y le dejan de propina los dos euros restantes al camarero.

Cuando se han ido los tres, y pensando en el coste hacen el siguiente razonamiento: si cada uno ha gastado nueve euros (en total 27) mas los dos euros de la propina, en total sumarían 29. ¿dónde está el euro que falta?

 

En fin, que el dinero es lo que es, un invento para tenernos ocupado en conseguirlo y soltarlo, y que no debe hacernos olvidar que las mejores cosas pueden ser gratis.

Como recordé en su día el mejor smartphone del mundo es gratis y no lo utilizamos.