Hoy asistimos a las noticias sobre el rescate en Totalán (Málaga) del cuerpo del pequeño Julen del pozo en que se cayó y del que fue sacado tras varias semanas de movilización humana. La prensa y televisión se da un baño de complacencia por la fortaleza y solidaridad demostrada por la población, lo que me parece justo pero también me parece que hay que ir mas allá en la reflexión.
1. Me parece desorbitado elevar la tristísima anécdota a festiva categoría. No creo que se deba elevar la movilización mostrada por las personas en este luctuoso caso -que es admirable, sin duda- como prueba de lo buenos que somos los españoles y lo servicial que es el aparato público.
Me temo que la solidaridad y el servicio se demuestra en lo cotidiano, día a día, con el cercano y a poder ser, discreto. No soy un santo, ni un meapilas, ni un samaritano, pero no puedo salvar mi conciencia limitándome a considerar que formo parte de un grupo social que en un caso puntual ha demostrado que sabe arrimar el hombro.
2. Se habla de los héroes que son la policía, los mineros, los sanitarios… Me temo que se han limitado a cumplir su misión como la cumplen día a día miles de médicos que actúan en contextos bacterianos, mineros que bajan a arrancar mineral, policías que patrullean por zonas peligrosas, albañiles que realizan trabajos de altura o camioneros que viven unidos a su camión, etcétera. La palabra héroe debe estar reservada para algo mas excepcional o perderá sentido.
3. Todos hemos aplaudido el rescate y por supuesto nadie repara en el elevadísimo coste que supone para las arcas públicas, que espero alguien calcule algún día, solamente a los efectos de que la ciudadanía sepa que se pagan impuestos para algo. Es fácil ser solidario cuando se cree que no nos va costar, así que mejor es ser solidario y saber lo que nos ha costado. Por supuesto que hay que agotar medios y recursos para acabar con la angustia de esos padres, pero todos debemos saber lo que sacrificamos. Ahí está la conciencia y el valor del sacrificio, y que se sepa que se forma parte de una sociedad o comunidad para lo bueno y para lo malo.
4. El telón de fondo del suceso era un pozo que se realizó de forma ilegal y que no estaba tapado. Lo peor es que era y es notorio que hay miles de ellos por el país. Clandestinos y sin seguridad. Como notorio es que todos sabemos de zanjas, baches, árboles podres, mobiliario urbano cortante, etc. Viene a cuento lo de mejor prevenir que lamentar.
Es curioso que como conductores pronto avisamos al que tiene una luz fundida para que la repare, pero pasamos indiferentes ante la anomalía, desperfecto o peligro en la vía pública bajo la coartada de “ya lo repasarán”, “no es cosa mía”, «tengo prisa», etcétera. No se trata de convertirnos todos en policías pero si cuidamos de nuestra casa bien está que cuidemos de lo de todos y denunciemos las deficiencias (policía local, 112, etc). Por mi parte, mas de una vez he tenido la sensación de ser un Pepito Grillo, al denunciar situaciones de peligro o intentar corregirlas (señales caídas, la existencia de un perro suelto en la autopista, etcétera) pero me consuela saber que puedo haber evitado un accidente desde el anonimato.
5. Cierto que ha sido una desgracia. Un pobre niño. Unos pobres padres. Un pueblo conmocionado por la proximidad de la tragedia. Unas circunstancias escabrosas. Al menos espero que no olvidemos que mas allá del telón mediático del caso, hay bebés y niños que llegan todavía en pateras en condiciones o riesgo de muerte, como los hay todavía en familias españolas en condiciones precarias de educación, salud y nutrición tan precarias que debería potenciarse más si cabe la actuación de los servicios de bienestar social autonómicos y la protección de los menores.
Las cifras siguen siendo escalofriantes, pero parece que solo nos movemos cuando la televisión nos dice que nos movamos. Sin embargo parece que cuando hay una desgracia cuyas circunstancias son trágicas pronto se monta un lamentable reality show.
En fin, estas ocasiones sirven para reflexionar, y no dejarse llevar por la complacencia de las opiniones mediáticas.
Desde luego son muchas las personas que desde el silencio y en lo cotidiano sirven a los demás y hacen que todo funcione. A veces desde trabajos duros y mal pagados. En particular las labores de limpieza y asistencia que habría que poner en valor y que nunca veo que se honren como merecen.
Sin embargo, hay otras personas que no valen ni pa taco de escopeta y están todo el día bajo el foco de sus organizaciones haciéndonos creer que suman, y que los demás estamos equivocados.
Al final es una cuestión de valores, de que uno solo se sienta bien con el deber cumplido y prestando servicio a los demás. Y de ser capaz de ver cuándo uno aporta y cuando es mejor dejarle el sitio a otro. Y eso cómo se hace?. Es decir, cómo continúas dando lo mejor sin reconocimiento y sin focos?
Solo las personas así pueden ejercer un liderazgo generoso y positivo en sus organizaciones y en la sociedad en general.
Veo que he traído tu reflexión a mí terreno 😂😂😂😂. Cada loco con su tema…
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Gracias por las reflexiones. Siempre es bueno ir más allá de lo que las pantallas nos quieren hacer bien. Descanse en paz este niño, paz también para su familia, y sin olvidar los sufrimientos diarios que usted acertadamente menciona.
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