Por encima de los tiempos, culturas y generaciones hay valores que no cambian. La grandiosa obra Hamlet, de William Shakespeare, contiene entre otros, un conocido fragmento de altísimo valor moral y encierra los consejos de Polonio – consejero del Rey- a su hijo Laertes antes de que este emprenda un largo viaje, pero que parecen tallados en diamante por su brillo, consistencia y valía, especialmente útiles en estas fechas navideñas para tenerlos presentes como hoja de ruta vital y no bajar la guardia en el año que comienza.
Son consejos que bien está tenerlos presentes cuando los padres se despiden de los hijos por irse a estudiar o trabajar fuera, o tras reunirse en las fiestas navideñas y se desea darles el regalo de la experiencia, o sencillamente se trata de consejos que no deben perderse de vista en ese viaje que es internet y las redes sociales donde nos exponemos y decimos muchas veces de lo que nos arrepentiremos.
Aunque el Rey Saúl nos advirtió que «Algunas personas son inmunes a los buenos consejos», éstos no tienen desperdicio y son un valioso regalo navideño. Dadles la oportunidad de que estos consejos se adueñen de vosotros.Escuchemos la voz de Polonio susurrada con la pluma de Shakespeare:
Llévate mi bendición
y graba en tu memoria estos principios:
no le prestes lengua al pensamiento,
ni lo pongas por obra si es impropio.
Sé sociable, pero no con todos.
Al amigo que te pruebe su amistad
sujétalo al alma con aros de acero,
pero no embotes tu mano agasajando
al primer conocido que te llegue.
Guárdate de riñas, pero, si peleas,
haz que tu adversario se guarde de ti.
A todos presta oídos; tu voz, a pocos.
Escucha el juicio de todos, y guárdate el tuyo.
Viste cuan fino permita tu bolsa,
mas no estrafalario; elegante, no chillón,
pues el traje suele revelar al hombre,
y los franceses de rango y calidad
son de suma distinción a este respecto.
Ni tomes ni des prestado, pues dando
se suele perder préstamo y amigo,
y tomando se vicia la buena economía.
Y, sobre todo, sé fiel a ti mismo,
pues de ello se sigue, como el día a la noche,
que no podrás ser falso con nadie.
Adiós. Mi bendición madure esto en ti.
El final es digno de ser grabado con fuego y neón:
Sobre todo, sé fiel a ti mismo».
Honor, integridad y coherencia personal. Seguir los dictados del propio corazón para poder mirarse al espejo cada día, y resolver los posibles conflictos entre mente y corazón por sí mismo, para no culpar a nadie de los errores propios y poder estar orgulloso de los éxitos. Un reto difícil pero inexcusable.
Ese fragmento recuerda la Carta de Lincoln al maestro de su hijo. Y por supuesto, todo lo dicho sirva como consejos, pero que la última palabra la tiene usted, que debe ser fiel a sí mismo.
Me quedo con esto José Ramón: «Guárdate de riñas, pero, si peleas,
haz que tu adversario se guarde de ti» Estamos en tiempos de tribulaciones y nos estamos jugando mucho …. Abrazos para tí y los tuyos ¡¡¡
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para aplicar siempre….cuantos males nos habriamos evitado de haberlos seguido en nuestra vida pero aun podemos evitar otros si los tenemos bien presentes. Buenas fiestas !!
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Buenas Noches, gracias por estos buenos ratitos que pasó cuando le leo, es usted, un compañero más, al que voy conociendo a través de sus mensajes e ideas. Feliz Navidad
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