Es conocido el tópico de que “detrás de cada gran hombre hay una gran mujer”, que parece tiene su origen en movimientos feministas de mediados del siglo pasado. Así se pone en valor el papel de la madre, de la esposa, o de la hija sobre quienes se llevan los laureles del éxito.
Aunque posiblemente se trata de una afirmación reversible: “Detrás de cada gran mujer, hay un gran hombre”.
Tampoco han faltado las perspectivas cómicas. Como la de Groucho Marx: “Detrás cada gran hombre hay una mujer; y detrás de ella está su esposa”.
Y también hay quien pensará negativamente: “Detrás de cada fracaso hay una mujer” sea por mal de amores del varón despechado, sea por un divorcio desafortunado, sea por distraerse de otras ocupaciones por seguir los dictados de su pareja o por sufrir el triunfo de una competidora femenina. ¡Quién sabe!
Lo cierto es que la mención de esa frase nos evoca a grandes figuras bajo la alargada sombra de sus mujeres, como Barak Obama (Michelle) o Nelson Nandela (Winnie), aunque quizá merece la pena recordar que el escritor Stephen King se inició editorialmente de forma agotadora y sin éxito (sus borradores de novelas no publicados se clavaban con chinchetas en paneles atiborrados de folios), hasta que destrozó una novela a medio escribir y decidió dejarlo, pero su mujer Tahita recuperó este manuscrito y le obligó a terminarlo, lo que se convertiría en “Carrie” el primer éxito de King; posteriormente el autor sufrió un accidente de coche con gravísimas lesiones y problemas de alcoholismo, consiguiendo Tahita que volviese a las ganas de escribir y la necesaria estabilidad emocional.
Sin embargo, el significado es más simple y valioso, con la siendo elocuente la fórmula asexuada y simple:
En efecto, hay que ser muy soberbio para pensar que el éxito es cosa de uno, que se es autosuficiente y que no se debe nada a nadie.
Detrás de todo éxito jamás hay una persona sola, sino que es fruto, consecuencia o facilitado por alguien que la apoyó, que colaboró, que la escuchó, que supo animarla o que no le falló. Padre o madre, hijo o hija, compañero o compañera, amigo o amiga… siempre hay alguien que nos influye y ayuda a seguir nuestros pasos hacia lo que somos.
Pero ahora no hablo de la pareja que nos aguanta, apoya y quiere, vertiente en que estoy personal y plenamente satisfecho, sino de ese puñado selecto de lo que son los amigos. Amigos con mayúsculas, o sea, con amistad probada en combate.
Viene al caso porque hoy reflexionaba sobre mis vicisitudes recientes y especialmente sobre lo qué he hecho de mi vida, y me vino a la mente la conclusión de que
Detrás de cada gran personaje hay grandes amigos
Lo resalto por la importancia de la amistad en tiempos convulsos, egoístas, en los que se confunde valor real con valor social, en que la pandemia parece debilitar lazos para ser aplastados por la queja airada…. Y es que soy inmensamente afortunado de contar con grandes amigos, ya sabéis, los que compartís esos cafés entrañables creando burbujas de paz y confianza, los que con un email, whasapp o felicitación sabéis recordarme que seguís ahí, los que me ayudáis sin más condiciones que ayudarme, los que en tiempos difíciles seguís ahí con lealtad y entrega, los que no preguntáis si podéis hacer algo sino que lo hacéis, los que me conocéis y soportáis… Esa cosecha de amigos o amigas que todos atesoramos, un selecto club aligerado de los interesados y de los lobos con piel de cordero… ¡Qué belleza, qué alegría!
Me viene a la mente el fragmento delicioso de la bella canción de Víctor Manuel, Soy un corazón tendido al sol:
Aunque soy un pobre diablo
también se guardar fidelidad
sé quien son amigos de verdad
nunca piden nada y siempre dan
¡¡Gracias, amigos!!
Me ha gustado tu post. Con respecto al apartado de «Detrás de cada gran personaje hay grandes amigos» ahora que estamos tan «puestos» en serie, traigo a colación la exitosa serie The Big Bang Theory, donde en su último capítulo, Sheldon Cooper, cuando recibe el nobel, brinda su premio a sus amigos, y lo hace de una forma adorable, hasta él que es el rey del ego, se dacuenta de la importancia de los amigo, me encantó…….
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Gracias J. Ramon «GRACIAS AMIGO». Son tan importantes los buenos amigos para mi, que apadrine a mis hijos con amigos (con permiso de familia); consiguiendo con ello aumentar y reforzar lazos de familiaridad con ellos. Estos nuevos lazos de amistad-familiar nunca ponen condiciones. Siempre están dispuestos. Me entusiasmo las referencias que haces a la entrevista del que fuera presidente del Gobierno Felipe González sobre el café, la amistad y la compañía. Tomar el café con armonía y placidez con quien tu quieres-O NO- Nadie tiene derecho a privarnos de estos momentos que pueden ser tan relajantes y entrañables.
Como tu dices J.R. considero que tengo buena cosecha de amigos y me considero afortunado. Esto se va logrando a lo largo de la vida si vas haciendo el bien. En este caso, a mas edad, mas amigos. Que la salud nos respete para seguir disfrutando con mayúsculas de nuestra amistad.
Abrazos y sigue escribiendo. Tus recursos son infinitos y temas nuevos que enseñarnos.
GRACIAS
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