Me maravilla como la tecnología provoca la creación de nuevas necesidades de palabras para designar nuevos fenómenos. El otro día aprendí la palabra “estalquear” que es la españolización del verbo inglés “stalkear” y que se refiere a la actividad de espiar en las redes sociales para cotillear de antiguos compañeros, parejas o andanzas de amigos o enemigos, o de los hijos.
La Real Academia española ha incorporado al diccionario del castellano muchas palabras de origen tecnológico como: bloguero, chat, friki, SMS, hacker, hipervínculo y tableta electrónica.
Sin embargo se me ocurren muchos fenómenos tecnológicos relacionados con la conducta del usuario, que están huérfanos de palabras castellanas. Y son situaciones o conductas que todos percibimos y que tenemos que describir con una frase, cuando lo cómodo y útil sería una sola palabra, sustantivo o verbo.
Veamos las catorce palabras que me parecen mas urgentes.
1. Dícese de lo que hace quien espera en un banco, en una estación de tren o esperando en el aeropuerto o sala de pacientes, y que ofrece una imagen de autista enfrascado en su pantalla de móvil. (¿Movilear?).
2. Dícese del que te mira de frente mientras le hablas pero está mirando de reojo el móvil o tecleando cuando asiente y baja la vista rápidamente. (Una variante de ensimismado: ¿ensimovilmado?)
3. Dícese del que habla a voz en grito por móvil en un autobús u otro medio de transporte, con lo que o bien molesta o bien informa al vecino de sus dolencias y preocupaciones. (Variante de alborotador: ¿movilborotador?).
4. Dícese del que centra sus sueños e ilusiones en comprar la última versión del ordenador o móvil, aunque funcione porque considera que se queda obsoleto solamente porque existe otro modelo. (Variante de adicto: ¿adictecnólogo?)
5. Dícese del que está haciendo selfies de forma constante y compulsiva. (Variante de narciso: ¿narcimovilista?)
6. Dícese de la pareja que almuerza y en vez de hablar entre ellos solo hacen que consultar el móvil. (¿parejainmóvil?)
7. Dícese del comentario vacío, absurdo o estúpido en las redes sociales. (¿movileza?).
8. Dícese de la actividad de enviar fotos y bobadas por whatsapp en un grupo de usuarios, cuando la razón de ese grupo ya se extinguió (Variante de molesto: ¿molvilesto?).
9. El que efectúa comentarios dañiños en los blogs, por el puro afán de fastidiar, intoxicar o perjudicar. (En inglés es troll, pero en castellano le va mejor la variante de “memo”: “memóvil”).
10. Dícese del que se crea un perfil o identidad falsa en la red social (Variante de camuflado: ¿camoviluflado?).
11. Dícese de la actividad de colocar el móvil en la mesa del restaurante, del despacho o en cualquier sitio, bien visible y próximo como un revólver en el oeste. (Variante de acomodar: ¿acomovilar?).
12. Dícese del que asiste a una reunión o conferencia y aparenta prestar atención pero realmente está consultando la pantallita. (Variante de soslayo: ¿soslayolular?).
13. Dícese del que solo habla de tecnología cuando a ti te importa un comino (Variante de pelmazo: ¿ pelmovilazo?).
14. Dícese del que habla por móvil mientras conduce. (Variante de loco: ¿moviloco?).
Son bienvenidas las sugerencias de los lectores, pero que nadie se escandalice por las palabras propuestas, porque la Real Academia ya admitió (sí, no lo dude), las palabras “murciégalo”, “almóndigas” o “asin”, “dotor” o “palabro”. Para no deprimirnos recordemos las palabras mas bellas del Diccionario.
En fin, ya veremos si cunde la creatividad ya que la Real Academia sigue el uso, y siempre será mejor un palabro malo que una frase buena, por aquello de la brevedad y precisión.
Y si no conseguimos ponerle nombre a la bestia, pues cumplamos con las 17 reglas de cortesía de los móviles que frecuentemente ignoramos.