Con humor sabe mejor

Pero yo quiero un cachorrito

1492451446_696061_1492451809_noticia_normalEse fue el eje de la más dura negociación del mundo que empezó ayer. Mi hija de 10 años me rogó que le comprase un perrito. Era un tema que había salido en el pasado y que había conseguido cerrar con sencillas explicaciones.

Puedo admitir que un perro es fuente de compañía, sociabilidad y permite compartir juegos y emociones, además de hacer mas responsable al pequeño, pero tengo que ser realista para evitar que el fino equilibrio de trabajo, compromisos y ocio, se vea alterado hacia tensiones y malestar global por un nuevo inquilino perruno que requiere su atención.

Ahora el enemigo volvía al ataque y con nueva estrategia y artillería, que deseo compartir por aquello de que las penas compartidas, son menos penas.

No recuerdo quien decía que el arma secreta de un niño para conseguir un cachorro era rogar por un hermanito, pero como ya somos familia numerosa ese argumento no vale. Valen otros…

  • Niña. – Como me porto bien y tengo buenas notas… ¿podrías comprarme un perrito?.
    (Argumentando que toda buena acción merece su premio, luego si reconozco que no la compenso, me hace sentir injusto).
  • Yo. – Un perrito es un ser vivo. Como un bebé que requiere cuidados. No es un juego, sino algo serio.
  • Yo lo cuidaré. Ya ordeno mis cosas, me lavo los dientes y participo en actividades extraescolares, así que puedo cuidarlo yo sola.
    (Argumentando apoyada en la prueba de su propia conducta: si sabe ser responsable de sí misma… ¿cómo no serlo de un perrito?).
  • okwko-animals-heaven-jokeSabes que tú sola no podrás cuidarlo. Hay que pasearlo varias veces al día, alimentarlo, bañarlo, llevarlo al veterinario, limpiarle la caquitas, etcétera. Mucho trabajo y tiempo ¿no querrás quedarte sin jugar por atender al perrito?
  • Prefiero el perrito a cualquier otro juego del mundo.
    (Argumentando que ella es dueña de sus sentimientos y emociones, desmontando que yo administre su agenda)
  • ¡Yo no puedo atenderlo!.-  repliqué enérgicamente.
  • Pero lo haré yo. Ya hago mi cama, ordeno la habitación y pongo la mesa… ¿qué mas pruebas quieres?
    (Argumentando el precedente y apoyada en una promesa firme, que me coloca en posición de “dudar” de mi hija, de que cumpla lo que promete)
  • Al final sé que seré yo el que acabará cuidándolo, paseándolo y pensando qué diantres he hecho de mi vida mientras paseo al perro mirando otros que pasean el perro de sus hijas. ¡No estoy dispuesto! Además un perro cuesta mucho dinero: jabones, vacunas, desparasitar, etéctera.
  • Lo pagaré con mis ahorros
    (Argumentando su sacrificio, pese a que todos sabemos que sus ahorrillos son intocables e insuficientes).
  • ¿Y cuándo llene la casa de pelo, se orine en tus zapatillas y nuestra casa se inunde de olor a perruno?
  • ¡Nos habremos acostumbrados y no lo notaremos!
    (Argumento pragmático donde los haya)
  • ¡TODOS los niños tienen perro y TODOS los padres tienen tiempo!
    (Argumento falaz pero efectivo como acusación)mafalda-no-usa-tarjetas-b
  • No creo que todos los niños de tu clase tengan perrito ni que todos los padres los cuiden.
  • Sí, lo tiene Paula, María, Juan, Elena…
    (Argumentando a sabiendas de que no puedo comprobarlo)
  • Seguro que son familias que viven en casas con jardín… ¿o te gustaría tener un animalito encerrado en un piso?
  • ¡Los pájaros los tiene todo el mundo y están en jaulas!
    (Argumentando comparando lo que no es comparable, churras con merinas).
  • Tuviste unos peces y se murieron. ¡Vaya responsabilidad!
  • ¡No fue culpa mía, y era mucho mas pequeña
    (¡Argumentando el cambio de circunstancias!).Captura de pantalla 2018-12-15 a las 13.00.57
  • Claro pero ahora que eres mayor, sentirás cuando el pobrecito se muera a los pocos años, y no queremos que sufras.
  • ¡Pero lo habré disfrutado de cachorro y cuando crezca!. Como disfruto jugando contigo, papá…
    (Argumentando hacia la diana emocional).
  • No compares perros con personas. No correré el riesgo de que seas mejor con un cachorro que con la familia.
  • Tú tuviste DOS perritos .
    (Argumentando con una buena acusación).
  • Sí, pero no tenía otros juegos, no había internet, ni había tantas obligaciones con ellos… y además no pasaron de tres meses porque protestaron los vecinos por los ladridos. Mi compañía favorita era mi bicicleta y no comía, ni ladraba ni la tenía que pasear. Me paseaba ella a mí.
  • No crees en mí. NUNCA me compras nada. NO me das NADA que me haga feliz.
    (¡El chantaje emocional!, ¡¡para hacerme sentir culpable!!)
  • ¿Qué nunca te compro nadaaaaaaa?. Mira tu habitación, mira tus juguetes, tus viajes, tus caprichos…. ¿quién lo compra? ¿Y sabes con qué lo compro?. ¡¡Con el tiempo que no dedico a cuidar un perro!!dog-with-crown-600x400
  • Sólo te pido UNA COSA. Unaaa… Una solaaa…. y dice Google que los perros son cariñosos y ayudan a los niños.
    (Argumentando la autoridad de Google sobre la bondad de los perritos)
  • Te compraré un perro peluche… o un perro disecado.- No pude evitar el tono burlón
  • ¡No bromees con lo que quiero!!
    (Argumentado para hacerme sentir frívolo)
  • Lo más que te digo es que a los 14 años podemos empezar a HABLAR del tema seriamente. Ya tendrás una edad para pasearlo tu solita y ser mas adulta. ¿Te parece?
  • ¡¡Muchísimo tiempo!!, ¡¡Muchísimooo!! Cuanto tenga 14 años tendré tantísimos deberes que no podré cuidar de mi perrito.
    (Argumentando que no puede posponerse su necesidad por ser responsable con sus estudios). ¿A los 11, papitooo?
  • No entiendes nada. ¡A los 16!
  • ¡¡¡Valeee!!! A los 14, por favor.
    (Argumentando para mantener las pequeñas conquistas)reddit-dog-jokes-16
  • Bien, a los 14 HABLAMOS… y sé a lo que me comprometo. Ni más ni menos, a hablarlo.
  • ¿Puedo por lo menos comprar la correa?, ¿y el collar?
    (Argumentando para salvar algo del naufragio: el viejo truco de meter el pié en la puerta de los vendedores)
  • No hija, no se compra un volante antes de tener coche. Lo más que podemos hacer es pedirle a un amigo que te deje pasear el perro. ¿te parece bien?
  • ¡Un perrito prestado! ¿Y si me encariño, ehhh?
    (Argumentando para abrir la posibilidad de males conquistas)
  • Un perrito no es un experimento, ni un juguete. No puede devolverse si hay sorpresas o errores. Sean del cachorro o sean de ti, o de los que convivimos. Así que se acabó la discusión.

lifeblue-monday-e1547757584933Aunque parece que he ganado la discusión, me temo que esto es una tregua estratégica. Ahí la tengo asomándose a google a ver videos de perritos y aprendiendo sobre el  tipo de cachorro que menos paseos requiere, que menos riesgos tiene y que mayores virtudes tiene, y que un niño puede cuidar.

Entonces el enemigo volverá al ataque… y ya no tengo argumentos. Sí, me queda el clásico que nunca falla. El que utilizaba mi padre conmigo, y mi abuelo con mi padre. Este: «¡Porque lo digo yo! Y basta.!» Y eso que todos los manuales dicen que a los niños hay que convencerlos y no vencerlos, explicarles y no imponerles. Claro, lo dicen los manuales escritos por quienes no tienen una niña pequeña aguda, obstinada y con grandes virtudes para camelar a quien la quiere.

1 comentario

  1. José Ramón, me he sentido totalmente identificada, mi hija usaba casi tantos argumentos como la tuya, y yo lo pasaba fatal. Ya es mayor, en cuanto tuvo casa con jardín se agenció un perro, y ahora el perro y su hijo jugando juntos es una imagen tierna y preciosa, pero no me arrepiento de mi decisión. Un abrazo

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