En una fecha de la que no me quiero acordar de un lugar de Asturias nací, o “me nacieron” como dijo el poeta. Así que hoy 8 de Julio de 2017 cumplo años, pero también meses, días u horas, según se mire, porque el ciclo temporal se repite periódicamente y el contador no se para. Y sí, estoy al filo del medio siglo (nótese la deliberada ambigüedad de “estar al filo”, que admite ambos lados de la cuchilla).
Sin embargo cada cumpleaños lo percibo distinto y me temo que los demás nos perciben también distintos. Cobra razón lo que decía C.Jung de que “todos nacemos originales y morimos copias” porque la educación, la experiencia y la convivencia nos tallan como estatuas, para lo bueno y para lo malo, y cada año somos personas distintas del año anterior. Nada que ver el ingenuo José Ramón que cumplió 20 años con el taimado que cumplió 40 y no digamos con el actual.
Aunque parezca increíble yo también fui un bebé diminuto, precioso y llorón. Por lo que me dicen, ya que yo debía estar muy ocupado intentando saber quien pilotaba el barco de la vida… y todavía no lo he descubierto.
El tiempo pasa, y cada vez mas rápidamente cuando envejecemos. Además, cuando recuerdo tengo la sensación de visionarlo como una película de blanco y negro mientras que el presente se me ofrece en color.
Si miro hacia atrás he cumplido con creces el mandato clásico de “un libro, un hijo, un árbol”, pues creo que ya escribí dieciséis libros, tres hijos según el registro civil y planté algún que otro arbolito, convertido en involuntario bonsái, por cierto.
Quizá el reto existencial para la siguiente generación sea menos poético: “ un video de youtube, un hijo subrogado y un tatuaje de plantita de marihuana”.
Sea cual sea el reto generacional, cuando llega el medio siglo la pregunta nos brota como los alpinistas en la cumbre, que miran hacia atrás lo que han subido y temen la bajada:
¿Y ahora qué?.
¿Debemos detenernos y dedicarnos a la bartola?
¿Debemos proseguir añadiendo muescas de supuestos méritos a nuestras vidas?
¿Debemos seguir corriendo hacia ninguna parte o persiguiendo el blanco móvil de la felicidad?
¿Debemos reorientar nuestras metas si es que conservamos alguna?
1. Personalmente soy de los que piensa que junto al tiempo cronológico está el tiempo realmente vivido. La vida debería medirse no por las vueltas que da la tierra alrededor del sol sino por las vueltas que damos a la tuerca del tornillo de nuestra personalidad.
O sea, hay vidas cortas de personas egoístas que se van tal y como vinieron, quedándose en el ciclo animal. Nacen, crecen, comen, se reproducen y mueren.
Y hay vidas larguísimas de personas solidarias que van dejando un rastro de calidez, estima y añoranza. Son los que consideran que estar vivo es algo más que el estado vegetativo de seguir pantallitas, aturdirse con decibelios o tragar comida basura compulsivamente y estar a la última.
Quizá yo pertenezco a la amplia categoría intermedia y por eso me siento en la edad justa en que ya he vivido mas de lo que me queda por vivir, y además ya he vadeado el río de las oportunidades que brinda la juventud para estar en la tierra firme de la inercia de la madurez.
Ahora comprendo el ruego de Jorge L. Borges: “Defiéndeme de ser el que ya he sido. El que ya he sido irreparablemente”.
2. Pero lejos de estremecerme me doy cuenta que tengo motivos para celebrar la nueva edad que estreno. Alguien decía con toda razón, que lo importante no es contar los años, sino que tus años cuenten.
Y más importante es contar con amigos, que cuentan y sin cuentos cuando los necesitas. Eso sí que es una fortuna.
Veamos el balance del año inmediato anterior, aparcando la dura pérdida de algunos grandes amigos y seres queridos, que nos recuerdan que somos mortales, y lamentando los aldabonazos en la salud de los que queremos.
Pues bien, en este último año me he dado cuenta:
- Que tengo la sensación de que soy más bajito.
- Que tengo la certeza de que soy más gordito.
- Que mis hijos crecen a lo alto y yo a lo ancho.
- Que mis hijos cada vez son menos “míos” y mas “suyos”.
- Que mis amigos forever siguen sin fallar… ¡Ni se les ocurra!
- Que la política puede ser la solución pero los políticos no tienen solución.
- Que en este último año se han cerrado infinidad de librerías por falta de lectores, numerosas salas de cine por falta de espectadores y clausurado exposiciones por falta de visitantes, lo que me convierte en dinosaurio en trance de privación de alimento por el meteorito tecnológico.
- Que en este último año he sido domesticado en dos hipermercados para acometer yo mismo la labor de pago en una máquina endiablada y he entendido la brecha generacional.
- Que por algún golpe en la cabeza de la infancia me temo que sufro impasibilidad emocional con los ídolos televisivos y futbolísticos, pues ni los adoro ni sufro por ellos.
- Que este año pasado, con mayor intensidad que el anterior, me he sentido mas capaz de “decir no”, con educación pero con firmeza.
- Que este año pasado, con mas intensidad que el anterior, me siento mas crítico y desmitifico más lo que antes creía sagrado.
- Que este año pasado, con mas intensidad que el anterior, me encuentro mas cansado al caminar y subir escaleras. Ahora comprendo lo que decía George Burns: “Sabes que te estás haciendo viejo cuando te agachas para atar tus zapatos y te preguntas qué más puedes hacer mientras estés ahí abajo».
- Que este año pasado he conseguido remar en el Sella en una piragua y sobrevivir al envite.
- Que he comprobado en reuniones, charlas y saraos varios que hay personas interesantísimas y valiosas que me han hecho ser feliz.
- Que antes me ilusionaba más con las cosas y situaciones y ahora me cuesta mucho entusiasmarme.
- Que tras varios años enganchado en la carrera frenética de un mac y un iphone para conseguir el último modelo, este último año he seguido con el viejo y me importan un bledo los nuevos.
- Que antes me miraba en el espejo y veía un tipo inocente y ahora veo un cascarrabias
- Que ese cascarrabias antes tenía el pelo negro con canas y ahora tiene la duda de si el pelo es blanquecino con canas negras.
- Que este año de forma involuntaria he enterrado el recuerdo del nombre de infinidad de conocidos con el consiguiente rubor cuando me saludan con afecto.
- Que cada vez utilizo mas la ironía pero cada vez la entienden peor.
- Que este año pasado ha sido de mudanza de un trabajo en Galicia a otro en Asturias y compruebo con melancolía el privilegio de la amistad que me brindaron, y que sería un ingrato si no los visitase más.
- Que estoy en el nido familiar, acogedor y alborotado, encantado, pero también… agotado.
3. En fin, que miro atrás sin ira como los cohetes que se impulsan por el combustible que van quemando. Y voy descubriendo el secreto.
No es malo envejecer, considerando las alternativas (como sentenciaba Catón). Y como dice mi admirado Bill Bryson el envejecimiento tiente tres cosas positivas: “me permite quedarme dormido en mi asiento, ver una y otra vez las mismas series y películas sin adivinar como terminan, y ya no me acuerdo de la tercera cosa”.
Así que mejor no contar los años o no confesarlos, que cada cual calcule nuestra edad si tan importante es saberlo, según nos ven y sienten vivos. Y para sentirnos vivos, luchemos por nuestras ideas y pareceremos mas jóvenes, y además haremos mas felices a los que nos rodean. ¡Casi nada!
Basta querer sentirse joven. Como un joven sultán que no rinde cuentas. Basta querer serlo. Basta querer sonreír. Y ahí estoy yo, como los hámster de mis hijos, dándole vueltas a la rueda… y convirtiendo este blog en diván de psicoanalista.
Y si además alguien llega hasta aquí y me felicita por mi cumpleaños, pues será un día maravilloso con el mejor de los regalos. Estar conectado, con o sin ordenador, con personas vivas que te recuerdan o aprecian, eso es el mejor estimulante para la vida.
Felicidades!!! Es un placer leerle.
Gracias
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Feliz cumpleañoos¡¡¡
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Larga vida al Maestro. Muchas felicidades JR.
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FelicidadesFelicidades
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Muchas Felicidades, y que sigas cumpliendo muchos años con tanto humor, sabiduría y generosidad.
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Ese pequeño bebé de inmensos ojos bien abiertos, que mira a su alrededor con la máxima atención para no perderse nada de lo que sucede, sigue siendo muy reconocible en usted. Que lo siga siendo durante muchos y muchos y muchos años.
Felicidades, de todo corazón. Y feliz no cumpleaños, para el resto del año.
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¡Muchísimas felicidades! Un placer leerle, siempre. Disfrute de su cumpleaños y de la vida, que es maravillosa.
Gracias por todo lo que nos aporta con su blog.
Un saludo
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Feliz cumpleaños! Eres un gran profesional con un excelente sentido del humor. A ver si volvemos a coincidir por Bilbao…
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Feliz cumpleaños maestro! Y gracias por nutrirnos con sus escritos, que son una verdadera dosis de energía y sabiduría.
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Es la primera vez que te leo pero no me quiero ir de tu blog sin desearte feliz cumpleaños y más medios siglos que añadir a tu vida para disfrutarla con los tuyos.
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Un placer leerte. ¡¡ Muchas FELICIDADES, José Ramón !!… 🙂
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Querido José Ramon: muchas felicidades.
Qué años más bien aprovechados!!!
Como bien sabes, el cielo está reservado a quienes saben gastar sabiamente su salud. Sigue disfrutando de la vida y haciéndonos disfrutarla a nosotros.
Un culin de sidra a tu salud y la de tu familia.
Un fuerte abrazo desde Denia
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Gracias, Jose Luis, cuenta con esa sidrina y cabrales cuando nos visites a este pueblín astur.👍
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Querido José Ramón, ¡felicidades!
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Gracias, Carlos, desde las Asturias👍
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Felicidades; José Ramón. Contigo sigo qprendiendo Derecho Administrativo y lecciones de vida, de forma amena y dvertida. No cambies.
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Felicidades sevach, u placer leerte
Se aprende mucho!
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Aunque con cierto retraso por aquello de desconectar de las redes de vez en cuando…..Deseo que hayas tenido un buen día de cumpleaños y espero que todos los días seamos capaces de reconocer un pequeño «algo» que nos lleve a agradecer a la vida el hecho de poder disfrutarla cada día. ¡A seguir cumpliendo! Abrazo
a la familia. 🙂
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Gracias mil, excelente anfitriona, madre y jurista
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Gracias amigo por dejarme caminar esta senda del tiempo a tu lado, por compartir veredas de ilusión y sueños, por tejer conversaciones y destejer miedos. Gracias por crecer y darme la mano para que yo también lo haga. Un beso de vida!!!!
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Siempre tan entrañable y dulce…
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Feliz cumpleaños JR!! Cumples años el mismo día que mi amado padre, que hace ya dos años nos dejó.
Estás en la mitad de tu camino, hasta que no llegues a los 100, mira si no quedan años para leerte!
Gracias por tu blog de la vida y del derecho administrativo.
Brindo con un culín de sidra y con una copa de cava desde Sant Sadurni d’Anoia!
A tu salud!
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Gracias, Cristina, y que tú veas los años y leas los post😊
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Tu cumpleaños me cogió de vacaciones, José Ramón. En adelante lo recordaré porque es la víspera de mi aniversario de boda.
Aun te queda al menos otro medio siglo maravilloso. Sé por experiencia que en adelante, al disfrute de tus muchos logros y vivencias añadirás la satisfacción por los logros de tus hijos, cada vez más a medida que vayan creciendo. Como bien dices, serán suyos pero tu sentirás esos logros como propios. Los verás cada vez menos a medida que vayan creciendo pero cuanto menos los veas mayor será el placer de su compañía cuando estés con ellos.
Y para tu próximo cumpleaños espero poder decirte lo que se siente siendo abuelo. Soy de los que cree que abuelos y nietos son aliados naturales.
En suma, muchas felicidades; no tengamos prisa por cumplir años pero ten la seguridad de que para personas como tu cada etapa de al vida proporciona distintas pero maravillosas formas de disfrutarla.
Un abrazo
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