¿ Ya soy mayor?, pero ¿quien lo pidió?, ¿ y como se para esto?. Llega un momento en nuestra vida en que nos preguntamos cuándo dejamos de ser adolescentes y pasamos a ser adultos. No hay fecha programada ni ley que la fije pues «madurar» depende de cada uno. Lo cierto es que hay un período breve y decisivo en nuestra vida en que mudamos de piel como las serpientes, y nos convertimos en alguien diferente en tan solo un par de años.
Dejaremos de lado los datos biológicos : (signos de pubertad: barba en el hombre y menstruación en la mujer, por ejemplo) y las claves de destreza o autorizaciones legales (cuando se conduce, cuando se vota, cuando se tienen relaciones sexuales, se puede beber alcohol o ver películas de violencia…).
Me ocuparé de esas reflexiones íntimas que dan la respuesta la propio afectado, y que le indican que algo ha cambiado sensiblemente. Son 30 situaciones muy sutiles que nos alertan de que hemos cambiado, ni para bien ni para mal, sencillamente hacia adelante en la vida (mas allá que más acá). Veamos el listado de signos revelación.
I- Cuando nos damos cuenta que muchas cosas importantes en la vida no son como las habíamos soñado ni como nos habían contado.
II- Cuando no tenemos a quien acudir y debemos apañárnoslas solitos.
III- Cuando no tenemos que dar explicaciones de nuestros actos o nos basta un simple y enérgico: «Porque me da la gana».
IV- Cuando aprendemos a esperar, a ser pacientes, y no a exigir con perentoriedad y un punto de agresividad.
V- Cuando te das cuenta que no puedes controlarlo todo en la vida ya que el azar, la necesidad o la ignorancia pueden cambiar tus planes de un plumazo.
VI.- Cuando nos percatamos que hemos renunciado a los sueños, que hemos readaptado a la baja nuestras expectativas, y lo hacemos sin traumas. Y disfrutamos mas de las pequeñas cosas que hacen felices.
VII- Cuando no vemos el amor como un cuento de infancia con final feliz sino como una aventura de resultado incierto, que tiene fantasía, placer, descubrimiento… y riesgo.
VIII- Cuando percibimos que nunca sabremos todo de todo, ni todo de algo, pues el conocimiento es inmenso y será bastante si somos capaces de movernos con habilidad en las conversaciones sin tropezar ni parecer ignorantes.
iX- Cuando lloriquear o gritar no nos sirve de nada para solucionar un problema.
X- Cuando empezamos a no dormir bien y a despertar cansados.
Xi- Cuando sientes indiferencia y desprecio hacia quien se atreve a decirte » No vales». Y no te importa despreciar a quien no te aprecia.
XII- Cuando te descubres a tí mismo, leyendo un libro de ensayo sobre un tema que diez años antes te parecería aburrido y señal de desvarío.
XIII- Cuando empiezas a pensar seriamente en un plan de pensiones o en asegurarte una jubilación cómoda.
XIV- Cuando te das cuenta que no recuerdas aquél libro, canción, película o nombre de amigo o compañero con el que viviste una experiencia importante.
XV- Cuando aceptamos sin indignarnos que podemos estar equivocados y que la opinión de los demás si es diferente a la nuestra merece igual respeto.
XVI- Cuando aprendemos a diferenciar entre el bien y el mal, y consideramos definido nuestro código propio.
XVII- Cuando nos declaramos culpables en conciencia de un pequeño incidente o accidente, sin acudir a la rápida acusación a los otros o achacarlo a las circunstancias.
XVIII- Cuando advertimos que lo pasamos realmente bien en compañía de niños y de mayores.
XIX- Cuando ahorras mas de lo que gastas y sobre todo, ¡ cuando te preocupas de lo que gastas !
XX- Cuando percibimos que el tiempo transcurre a velocidad de vértigo frente a los recuerdos a cámara lenta de la infancia y adolescencia.
XXI- Cuando te das cuenta que hay que ser honesto consigo mismo ( habilidades, talentos y limitaciones), poner los pies en suelo y no mostrarse como querríamos ser sino como somos.
XXII- Cuando adquirimos el hábito de escuchar más y hablar menos, de gritar menos y hablar mas bajo.
XXIII- Cuando descubrimos que mas importante que donde estamos es con quién estamos, que mas importante que la estación del año o el trabajo es la compañía.
XXIV- Cuando dejas de mentirle a tu novio o novia de turno y comprendes que la sinceridad en pareja no mata sino que aviva.
XXV- Cuando descubres que ser millonario, Catedrático, político, artista o personaje similar no impide ser idiota.
XXVI- Cuando entiendes que alguien puede estar deprimido sin dolencia física alguna, porque la condición humana es débil y el mundo complejo.
XXVII- Cuando comprendes en la propia carne lo que es el estrés personal y profesional.
XXVIII- Cuando sientes la necesidad imperiosa de ayudar a necesitados, enfermos o personas que lo pasan mal y necesitas apagar ocasionalmente esa inquietud, ayudando a alguien marginal que sufre.
XXIX- Cuando te das cuenta que mas importante que una confesión religiosa es algo tan simple como aquello de hacer a los demás lo que te gustaría que te hiciesen a tí. Y junto a ello cuando «cortas y pegas» de cada religión, filosofía o creencia lo que te interesa para tu propia «biblia» personal.
XXX- Cuando te preocupas más de tus mayores, de su bienestar y compañía, y te das cuenta de haber asumido un rol protector hacia quienes te protegían en el pasado.
Y sobre todo, porque nos atrevemos a tomar las riendas de nuestra vida y adoptar decisiones sobre cambios sin dejar que otros las manejen.
Solo puedo decir, GRACIAS
Me gustaMe gusta